¿Lideras para que otros tengan éxito?

¿Lideras para que otros tengan éxito o lideras para tú tener éxito?

La diferencia entre un gran líder y un líder mediocre es que el gran líder lidera para que otros ganen, les prepara el camino para que tengan éxito e incluso comparte con sus discípulos su receta secreta para que logre ser igual o más exitoso que él mismo. Un líder mediocre lidera de una manera egoísta y no comparte lo que sabe con otros.

Escribo esto primeramente para mí, como padre que quiere que sus hijos tengan éxito, pero creo que es igual de aplicable en el liderazgo, discipulado y con nuestros hijos espirituales.

En 1 Crónicas 28, cuando el Rey David le entregó la tarea a Salomón para construir el templo no lo hizo a la ligera lavándose las manos del proyecto, lo hizo consiente de que de su liderazgo dependía si su hijo tenía éxito o no y esto fue lo que hizo:

1 Crónicas 28:2 – Compartió la visión de la manera más clara posible
1 Crónicas 28:6 – Construyó la identidad de su hijo como alguien elegido y llamado por Dios
1 Crónicas 28:9 – Puso el fundamento principal del proyecto: Conoce íntimamente a Dios y no te apartes de él.
1 Crónicas 28:10 – Puso el segundo fundamente: Carácter: Sé Fuerte y Haz el trabajo.
1 Crónicas 28:11 – Compartió con él toda la información necesaria para que Salomón lograra tener éxito, planos, detalles, diseños, sistemas, procesos, medidas, especificaciones.
1 Crónicas 28:20 – Lo animó: Parece una tarea imposible, pero sé fuerte y valiente, crece en carácter porque Dios está contigo.
1 Crónicas 29:2 – Invirtió todos los recursos a su alcance (oro, plata, piedras preciosas, madera, bronce, etc.) para que Salomón tuviera éxito
1 Crónicas 29: 23-25 – ¡Dale!, después de haber hecho todo lo posible para que su hijo tuviera éxito, lo empoderó y le dio el banderazo de salida, ¡te toca correr a ti!

Como padres (o como líderes) es muy importante hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestros hijos (o discípulos) tengan éxito, esto significa que nos vamos a preparar, vamos a trabajar, vamos a quitar todos los posibles obstáculos, vamos a indicarles el camino correcto, vamos a edificarlos con nuestras palabras, les recordaremos que son llamados por Dios, los animaremos cuando crean que no pueden, les enseñaremos a crecer en carácter y por último vamos a confiar en ellos y nos haremos a un lado para que puedan correr con la parte de la visión que les toca.

¿Quieres ser un líder mediocre? No compartas tu visión, sé egoísta, confórmate con tu éxito personal, no empoderes a otros, no edifiques, no compartas tus secretos.

Papá, director de área, CEO, Gerente, Pastor… ¿Quieres ser un gran líder?, lidera para que los que dependen de ti tengan éxito.

Hagamos de esto una conversación, ¿qué piensas? ¿Te cuesta trabajo liderar para que otros tengan éxito? Me encantará leer y responder tus comentarios.

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¡A trabajar esclavo!

¿Te has puesto a pensar cuáles son los planes y propósitos de Dios para tu vida? Todos tenemos uno, los pensamientos de Dios hacia nosotros son buenos y Él nos ha prometido grandes cosas, pero desafortunadamente muchas veces nos cuesta alcanzar esos sueños, nos desesperamos y como resultado los abandonamos.

Israel, el pueblo escogido de Dios también tenía una promesa y un plan de Dios para su nación, ellos serían liberados de la esclavitud para ir a una tierra donde fluía leche y miel, pero tenían un problema, vivían como esclavos en Egipto.

————

Moisés: Así dice el Señor, Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor”.

Faraón: ¿Y quién es el Señor —respondió el faraón— para que yo le obedezca y deje ir a Israel? ¡Ni conozco al Señor, ni voy a dejar que Israel se vaya!

Moisés: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro —contestaron—. Así que debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. 

Faraón: ¿Por qué distraen al pueblo de sus quehaceres? ¡Vuelvan a sus obligaciones! Dense cuenta de que es mucha la gente de este país, y ustedes no la dejan trabajar.

Ese mismo día el faraón les ordenó a los capataces y a los jefes de cuadrilla: «Ya no le den paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos mismos a recogerla! Pero sigan exigiéndoles la misma cantidad de ladrillos que han estado haciendo. ¡No les reduzcan la cuota! Son unos holgazanes, y por eso me ruegan: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios a nuestro Dios”. Impónganles tareas más pesadas. Manténganlos ocupados. Así no harán caso de mentiras».

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Me llama mucho la atención el diálogo entre Moisés y Faraón…

Faraón consideraba que adorar a Dios era una distracción para sus esclavos, ¿qué hizo al respecto? Los cargó de trabajo, les incrementó su cuota y les redujo la materia prima.

¿Que hicieron los israelitas? Se enojaron con Moisés y pusieron en duda la posibilidad de ver cumplidos sus sueños. Era más fácil seguir como esclavos que vencer a Faraón.

Dios tiene grandes planes para tu vida, desafortunadamente el diablo hará todo lo que esté a su alcance para que no los cumplas, él te quiere esclavo, no libre. Obviamente no quiere hacerte martir, los mártires suelen despertar revoluciones y movimientos, él prefiere mantenerte ocupado, trabajando, esclavizado.

Si quieres alcanzar los sueños de Dios para tu vida aquí hay tres áreas en las que el diablo seguramente va a atacarte para que te dejes esas «ideas tontas y mentiras» de que puedes ser libre y ver cumplida la promesa de Dios para tu vida.

Tu Tiempo: El diablo sencillamente llenará tu agenda de mil actividades que te mantendrán enfocado en todo menos en la promesa de Dios para tu vida. Netflix, redes sociales, fiestas, trabajo, más trabajo, amistades, ciertos pasatiempos, etc. Esto no es precisamente malo, simplemente quiere mantenerte ocupado para que digas: No tengo tiempo para lo que Dios quiere para mí.

Si quieres ver cumplida la promesa de Dios para tu vida tienes que dejar ser esclavo de tu tiempo, tú tienes que ser el amo, el maestro, controla tu agenda y no dejes que ella te controle a ti, dale prioridad 1 a las cosas que te acercarán al cumplimiento de tu promesa. El tiempo es malo, redímelo.

Tus hábitos: El diablo llenará tu vida de hábitos tóxicos que te mantendrán enfocado en todo menos en la promesa de Dios para tu vida. Chisme, crítica, comparación, pereza, gula, impuntualidad, adicciones, ansiedad.

Si quieres ver cumplida la promesa de Dios para tu vida tienes que dejar de ser esclavo de tus hábitos, tienes que aprender a liderarte a ti mismo y mejorar tus rutinas, ten el hábito de levantarte temprano, de buscar a Dios, ten el hábito de ir a la iglesia y servir en tu iglesia local, ten el hábito de hablar fe a donde quiera que vayas, de animar a todos a tu alrededor, de ser positivo, controla tu cuerpo, haz ejercicio, lidera tus hábitos, no dejes tus hábitos te lideren.

Tu mente: El diablo llenará tu mente de mentiras que te impedirán creer que Dios es bueno y que cumplirá su promesa en tu vida. ¡Eres mi esclavo!, ¡Qué pecador!, ¡Volviste a fallar!, ¡Así no te aceptará Dios!, ¡No eres suficientemente bueno!, ¡No eres capaz!, ¡Dios es malo!, ¡Por qué se tarda tanto!

Si quieres ver cumplida la promesa de Dios en tu vida tienes que aprender a ser libre en tu mente, y la mente sólo la puede hacer libre Dios a través de Jesús, sólo él puede hacernos libre de nuestra naturaleza pecaminosa. Jesús ya pagó el precio por tu pecado, Él ya te hizo libre, eres aceptado, no dejes que el diablo controle tu mente, no seas liderado por tus pensamientos, sé tú el líder de ellos. Toma el control de tu mente con la ayuda de Espíritu Santo y vive libre.

El diablo quiere mantenerte ocupado para que no veas cumplida la promesa, pero recuerda que Jesús te ha hecho libre, lidera tu tiempo, lidera tus hábitos y lidera tu mente para que puedas vencer a faraón, ¡levántate, sal, adora y camina hacia tu promesa!

Hagamos de esto una conversación, por qué no me dejas un comentario. ¿Qué piensas? ¿Cuál de estas tres áreas te cuesta más trabajo dominar? ¿Qué actividades crees que llenan tu agenda? ¿De que manera el diablo te incrementa el trabajo?

por: Obed Hernández.

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¡Estoy Cansado!

Hace unos días un amigo me platicó que está pasando por un momento de desánimo/cansancio y me pidió consejo, le respondí esto que tal vez te puede servir.
 
1. PREVENCIÓN: Conoce tus temporadas y tus ritmos, todos sabemos como pintará nuestro año en términos generales, contadores… sabes que en abril tienen que entregar declaraciones anuales, maestros… saben que en agosto regresan y tienen que hacer planeaciones, empresarios, saben que en enero la gente no tiene dinero. Es decir, todos sabemos como pinta nuestro año, de la misma manera, podemos conocer cuáles son los patrones de nuestras emociones y en qué temporadas tenemos la tendencia de cansarnos y/o desanimarnos.
 
2. SE CONSISTENTE: Quieras o no, en algún momento de tu vida enfrentarás cansancio, agotamiento, desánimo, frustración o depresión; creo que es sabio admitir que estamos en una mala temporada, pero lo mejor es ser consistentes en nuestro trabajo, ministerio, rutinas; no te detengas, sigue adelante, este no es el final, pronto verás la luz al final del túnel. La consistencia es la clave para romper la barrera del desánimo.
 
3. RINDE CUENTAS: Reconocer tu mala temporada y confesarlo con algún amigo o líder son el 70% de la victoria ganada, habla de cómo te sientes pero no te des golpes de pecho, habla de cómo te sientes pero no tengas lástima de ti mismo, habla de cómo te sientes pero actúa. Hablar nos ayuda a liberar nuestras emociones, háblalo con alguien cercano, pídele consejo, escúchalo y aplícalo. NO TE ESTANQUES en que este es tu final ni tengas lástima de ti mismo, no busques alguien que nada más te sobe la espalda y te apapache en tu dolor, busca a alguien que te ayude a sanar.
 
4. NO ABANDONES A DIOS: El mejor consejo es que NO abandones tus rutinas espirituales, no dejes de buscar a Dios, leer tu Biblia y orar, el Rey David en sus momentos de mayor crisis buscó a Dios, soltó sus emociones con Él, escuchó su voz y obedeció. Busca a Dios, aparta tiempo especial, ten un mini retiro, recarga tus pilas en Él, aférrate a sus promesas para tu vida. Él es el único que ha dicho: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.» Si es tu caso… Jesús tiene espacio para uno más… acude a Él y Él te hará descansar.
 
Espero esto te pueda servir y si crees que le servirá a alguien, compártelo 😉
Hagamos de esto una conversación… ¿qué piensas? ¿Qué consejo darías tú?
¡TEN UN BUEN DÍA!

Speak | Bethany Worship | Lyrics

 

I wanna hear you
louder than the noise
I wanna feel you
Closer than the air I breath
Deep within my soul burning

Speak to me
let my hearth
be awakended by
the whispering of love

Pull me close
to your heart
let the silence now be
filled with your voice

Found in surrender
my heart is fully yours
caught in the moment
cautiveted by the unseen
Your loving heart
for me revealed

Speak to me
let my hearth
be awakended by
the whispering of love

Pull me close
to your heart
let the silence now be
filled with your voice

The words I hear you say
you’ve been speaking out
for all of time, all of time

The words I hear you say
you’ve been speaking out
for all of time, all of time

The words I hear you say
you’ve been speaking out
for all of time, all of time

You’re with me
You’re for me
You have a plan for me
I will never walk alone

You’re with me
You’re for me
You have a plan for me
I will never walk alone

Speak to me
let my hearth
be awakended by
the whispering of love

Pull me close
to your heart
let the silence now be
filled with your voice

Speak to me
let my hearth
be awakended by
the whispering of love

Pull me close
to your heart
let the silence now be
filled with your voice

 

¿Importa de quién es el hijo?

Estoy leyendo nuevamente la historia de Abraham y Sara, ¡me encanta! Me parece súper emocionante ver como su fe crece y como su carácter es transformado poco a poco… Pero bueno… hoy quiero compartir con ustedes un versículo que me encantó… espero no decir herejías (jajaja) y si algún teólogo (cof, cof, Julio Loreto) quiere regañarme estoy abierto a sus regaños.

— Pero antes…  contexto —

Abraham había recibido la promesa de ser padre de naciones pero aun no tenía hijos, ni uno sólo; después de muchos intentos fallidos, Sara su esposa tiene una brillante idea: «¿Y si te acuestas con mi sierva y te conviertes en padre a través de ella y no de mí?»  Y bueno, el pobre Abraham, ni tardo ni perezoso, obedeció a su esposa y se acostó con su sierva, ella quedó embarazada y dio a luz a un niño que llamaron Ismael.

En este momento de la historia, Dios le vuelve a hablar a Abraham… que por aquel entonces se llamaba Abram, y le cambia el nombre a Abraham y le promete bendición; Dios también le habla específicamente acerca de su esposa y le dice:

«Con respecto a Sarai, su nombre no será más Sarai. A partir de ahora se llamará Sara. Y yo la bendeciré, ¡y te daré un hijo varón por medio de ella! Sí, la bendeciré en abundancia, y llegará a ser la madre de muchas naciones. Entre sus descendientes, habrá reyes de naciones.»

El pobre e incrédulo Abraham se río por dentro, ¿cómo un pobre viejo de 99 años va a poder ser padre a esa edad?, – pensó – hace 13 años me salió ese truco con Agar… pero ahora… ni de chiste, y Sara… ya tiene 90 años… ¿cómo podrá convertirse en mamá? Así que Abraham le dijo a Dios: «¿De quién sea el hijo importa? de Sara, de Agar, ¡ya déjalo así, que Ismael viva bajo tu bendición especial!»

Y aquí viene el versículo que me llamó la atención… (pon atención también)…

Pero Dios le respondió: —No. Sara, tu esposa, te dará a luz un hijo. Le pondrás por nombre Isaac, Isaac significa «él ríe». y yo confirmaré mi pacto con él y con sus descendientes como pacto eterno. 

¿Lo agarraste? ¿Sí o no?…

Me encanta la respuesta de Dios: ¡NO!. ¡SERÁ DE SARA, TU ESPOSA! ¡CLARO QUE IMPORTA DE QUIÉN ES EL HIJO PORQUE SARA TAMBIÉN TIENE UNA PROMESA! (énfasis en mayúsculas).

Sara también tenía una promesa, por eso importaba tanto de quién era el hijo, tal vez Abraham no lo entendía o creía que con con la promesa de Dios para él era suficiente, ¡pero no! Ambos estaban en esto.

Muchas veces hombres hacen a un lado a las mujeres, las dejan fuera de ministerio, fuera de liderazgo, fuera de las decisiones de la casa o de la iglesia, fuera de la promesa…

Y muchas veces las mismas mujeres se hacen a un lado, se hacen menos, pensando que las promesas de Dios y el llamado de Él es sólo para hombres… se limitan a cumplir el llamado de Dios para sus esposos, se limitan a ser la esposa del líder o la esposa del pastor, pero ¡no! Sara también tenía una promesa.

MUJER: Tienes un llamado y una promesa de Dios específica para tu vida, Dios quiere cambiarte el nombre, no sólo cambiar el nombre de tu esposo, Dios tiene un plan para ti, no tienes que vivir a la sombra, tú eres líder, eres llamada, eres bendita. Levántate y escucha la voz de Dios, escucha la promesa que Él tiene para ti.

HOMBRE: No hagas menos a las mujeres, no quieras sacarla de la ecuación, no porque Dios te haya llamado a ti es suficiente, no se trata sólo de ti. Permite que ella escuche la voz de Dios en su vida. Guíala a su voz, guíala a encontrar su propósito en Él.

PARA LOS DOS: Hey, ambas promesas se complementaban, tampoco agarren cada quién su rumbo…

¡Claro que importaba de quién era el hijo! Porque Sara también tenía una promesa.

Promesa para Abraham…
Promesa para Sara…
Promesa para la familia…
y para todas las familias de la tierra.


¿Cómo vez? ¿Qué piensas? Me encantaría leer tus comentarios, hagamos de esto una conversación.

Fiel hasta el final

Hace 4 años (El 3 de Enero del 2014) escribí esto y sigo creyéndolo… solo una cosa ha cambiado, ahora creo que todos aquellos que han abandonado el camino aun pueden regresar a él y seguir siendo fieles…

porque ser fiel se trata más de terminar la carrera que de correrla de manera perfecta.

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Fiel hasta el final

Tengo 27 años… pero a veces siento que he vivido dos vidas, tal vez porque he vivido en dos ciudades y siento que tengo una vida en cada una, no lo se, pero me siento algo viejo.

Asisto a la iglesia de manera regular desde los 6 años, pero unos cuantos años atrás íbamos de vez en cuando. Mi primer encuentro genuino con Jesús lo tuve a los 12 años, recuerdo que fue en un congreso, hincado en el altar, llorando a moco tendido, sintiendo el amor de Jesús por todo mi ser.

Poco después, en el grupo de adolescentes recibí el bautismo del espíritu santo, a los 14 entre a un «internship» de 3 semanas, discipulado intensivo: trabajo, enseñanza, disciplina… y un año más tarde era parte del mismo staff que organizaba dicho internado.

Ya son más de 10 años sirviendo a Dios y he hecho de todo: Barrer, lavar baños, limpiar auditorios, venta de hamburguesas, car wash, viajes misioneros, estuve en una banda de rock (tocamos en congresos, hicimos eventos de alcance, tocamos en iglesias, estuvimos en muchos conciertos en B.C.), organizamos congresos, organizamos confras, empecé una mini revista para el grupo de jóvenes, hicimos evangelismo, fuimos a orar a los hospitales, serví en la alabanza, serví con los adolescentes, etc., etc.,  y ahora… trabajo en Más Vida.

Esos 10 años serví a Dios rodeado de amigos, he visto muchos jóvenes llorar igual que yo, hincados en un altar, he visto muchos jóvenes servir a Dios con todo su corazón, he visto jóvenes arrepentirse a gritos de sus pecados, he visto otros, salir de las drogas y tener una vida transformada, una vez vi a un mega tartamudo comenzar a hablar en el momento que se arrepintió de sus pecados; tuve líderes increíbles que invirtieron mucho de su tiempo en mi vida, me escucharon, me aconsejaron y me regañaron. Muchos de mis líderes y amigos oraron por mi, me impusieron manos, me inspiraron y muchas veces anhelé ser como ellos e intenté imitarlos.

He visto muchos jóvenes tener encuentros con Jesús, pero así los he visto alejarse de él, los he visto enterrar sus sueños, pisotear su llamado, desperdiciar el potencial y la unción de Dios sobre sus vidas. He visto líderes que han dejado de liderar, pastores que han dejado de pastorear y amigos que metieron el freno de mano y parece que le pusieron pausa a todo.

Son pocos lo que han permanecido, pero los hay y los admiro mucho, en todos ellos encuentro una característica: Fidelidad. No han sido perfectos, han tenido altibajos, batallas perdidas; pero han permanecido, seguro estoy que han dudado… han querido huir, han estado a punto del colapso, pero siguen aquí.

Lo se porque soy uno de ellos y quiero seguir así, quiero ser fiel hasta el final. No porque me crea más que ellos o porque intente ser perfecto, sino por el simple hecho de que volver atrás no es opción, podré fallar, podré tener miedo, podré bajar la velocidad, incluso podré dudar, pero nunca voy a regresar.

Mientras escribo esto tengo miedo, el apóstol Pablo lo dijo, «el que crea estar firme, mire que no caiga»; y no quiero caer, así que quiero estar alerta, quiero poner mis ojos en Jesús, quiero ser fiel a mi señor, quiero ser fiel hasta el final.

Escribo esto porque quiero que seas fiel, quiero verte crecer, quiero verte avanzar; pero no quiero verte ir, no te quiero perder, no te quiero abandonar. Quiero que pasen las décadas y que pueda alegrarme de lo que Dios hizo en tu vida, el día de tu boda quiero verte en el altar, quiero ver cómo Dios afirma y aumenta su llamado en tu vida y en la de tu espos@, quiero verte tener a tus hijos, quiero verlos crecer y quiero verte guiarlos a que se encuentren con Jesús. Quiero llegar a viejo, quiero que estés en mi funeral y quiero que sonriendo puedas decir: juntos fuimos fiel hasta el final.

Mi rebanada de pastel

Pastel (mmm… *se le hace agua la boca), a todos nos gusta =) (raro sería que no te gustara);  hay de todos tipos, de zanahoria, queso, chocolate, red velvet, vainilla, limón, fresa, ¿cuál es tu favorito? a mí la verdad me cuesta trabajo escoger uno como mi favorito, me declaro culpable, ¡todos me gustan! Pero bueno, seguramente has escuchado la siguiente frase:

El que parte y reparte le toca la mejor parte

Es verdad, está en la constitución, el que parte y reparte el pastel tiene derecho de servirse la rebanada de pastel más grande, puede servirse lo que quiera y es más… ¡puede servirse doble! ¿Por qué? Pues porque se está sirviendo para el mismo y cuando uno se sirve a sí mismo nunca repara en cantidades ni en gastos.

Hay una historia en la Biblia que me parece súper graciosa, está en Ester 6. El libro de Ester tiene 4 personajes principales:

  • El rey Asuero
  • Aman (se enojó con todos los judíos solo porque le caía gordo Mardoqueo… ¿por qué? porque Mardoqueo nunca se arrodillaba ante él)
  • Mardoqueo (Una vez le salvó la vida al rey denunciando una conspiración en su contra, no le gustaba arrodillarse ante Aman funcionario del rey Asuero)
  • Ester (Judía, esposa del rey Asuero)

Resulta que Aman, funcionario del Rey Asuero, odiaba a los judíos, en especial Mardoqueo. Amán había intentado manejar la situación y mantener la cordura; pero un día se le colmó la paciencia, así que decidió tramar un plan en su contra y levantó un poste afilado de 23 metros para empalar a Mardoqueo.

A la mañana siguiente, fue a buscar al rey  para pedirle permiso; pero ese día, el rey Asuero se había levantado con una inquietud:

¿Qué recompensa o reconocimiento le dimos a Mardoqueo por haberme salvado la vida al denunciar la conspiración en mi contra? —preguntó el rey. Sus asistentes contestaron: —Nunca se ha hecho nada.— Así que el rey decidió hacer algo para honrar la lealtad de Mardoqueo.

Y aquí es donde la historia me parece graciosa… Amán está llegando al palacio para pedirle permiso al rey de empalar a Mardoqueo, el rey hace pasar a Amán y antes de dejarlo hablar le pregunta:

¿Qué debo hacer para honrar a un hombre que verdaderamente me agrada? (refiriéndose a Mardoqueo)

Amán no podía creerlo, se le iluminaron los ojos, el corazón le brincó de alegría y pensó:

«¿A quién querría honrar el rey más que a mí?»

Así que Amán, creyendo que el rey quería honrarlo empezó a servirse con la cuchara grande, partió el pastel como si la rebanada fuera para él y respondió:

Si el rey desea honrar a alguien, debería sacar uno de los mantos reales que haya usado el rey y también un caballo que el propio rey haya montado, uno que tenga un emblema real en la frente. Que el manto y el caballo sean entregados a uno de los funcionarios más nobles del rey y que esta persona se asegure de que vistan con el manto real al hombre a quien el rey quiere honrar y lo paseen por la plaza de la ciudad en el caballo del rey. Durante el paseo, que el funcionario anuncie a viva voz: “¡Esto es lo que el rey hace a quien él quiere honrar!

¡Perfecto! —le dijo el rey a Amán—. ¡Rápido! Lleva mi manto y mi caballo, y haz todo lo que has dicho con Mardoqueo, el judío que se sienta a la puerta del palacio. ¡No pierdas ni un detalle de lo que has sugerido!

Curioso, ¿no? Amán no reparó en honra porque creía que la honra era para él mismo, y aunque Amán es el antagonista de la historia creo que podemos aprender algo:

«Cuando se trata de honra, debemos darla como si fuera para nosotros mismos, la mejor rebanada»

Cuando nos toca dar honra, la mayoría de las veces lo hacemos igual que cuando nos servimos pastel, siempre queremos el pedazo más grande para nosotros, el que tiene más cremita, el más esponjoso, el que se ve más rico, y para los demás, lo que sobra.

Pero creo que debemos empezar a vivir como en el cielo, dando honra a otros, teniendo la misma actitud que tuvo Cristo, que aunque era Dios, no consideró que ser igual a Dios fuera algo a que aferrarse y tomó la humilde forma de hombre, como un esclavo y se humilló a sí mismo, todo para amarnos y rescatarnos.

Esa es la actitud que debemos tener, así que… cuando tengas la oportunidad de dar honra a alguien, recuerda esta historia y honra sin reparar en gastos, honra como si la rebanada de pastel fuera para ti, parte y reparte la mejor parte.

Para un momento como este

En el libro de Esther, esta respuesta de Mardoquéo me encanta:

«No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?».

1. Mardoquéo confiaba en un Dios poderoso, no en las influencias que pudiera tener o las personas con las que pudiera contar, de algún modo Dios lo resolvería.

2. Me encanta que cada uno de nosotros también podemos preguntarnos: ¿Quién sabe si no llegaste a ser _______ (inserte profesión o título) precisamente para un momento como este?

No huyas del problema o el caos, quién sabe… tal vez Dios te puso ahí para ese preciso momento.

Siete cosas que he aprendido en siete años

Hey, tenía súper abandonado mi blog, pero aquí estamos una vez más; escribiendo, expresándome, compartiendo lo que soy y lo que pienso. ¡Bienvenido!

En estos días estoy celebrando 7 años de trabajar en la iglesia, 7 años de Ministerio de tiempo completo, ¡7 años de aventuras! Podrá parecerte poco… pero a mi parecer es toda una vida =)

¿Qué hago en la iglesia? Bueno, mi responsabilidad principal es el ministerio de niños, (el mejor y más completo ministerio de la iglesia local), pero hago mucho más que eso, tengo ciertas responsabilidades pastorales y administrativas también.

¿Alguna vez has querido servir a Dios de tiempo completo? ¿Te preguntas cómo se siente? ¿Es tu sueño? Era el mío desde la prepa, siempre lo tuve claro, quería estudiar una ingeniería, titularme, entregar mi título a mis papás y servir a Dios de tiempo completo… y pues bueno, han pasado 7 años desde entonces y por eso quiero compartir contigo 7 cosas que he aprendido en 7 años de ministerio de tiempo completo.

  1. No necesitas trabajar en una iglesia para servir de tiempo completo.
    Mientras más lo pienso, más me convenzo; con el paso de los años he conocido personas que son staff y que sirven a medias y personas voluntarias que sirven como si su día tuviera más horas que el mío. El ministerio no es algo que dejemos de ser, es algo que vivimos 24/7 nos paguen o no por hacerlo.
  2. ¿Cansado? Bastante, muchas veces es difícil desconectarte de las situaciones que la iglesia vive, uno vive cargando muchas emociones propias y ajenas, llegas amar tanto a la gente que te dueles con ellos, pero de la misma manera, llegas a amarlos tantos que te alegras con cada una de sus victorias obtenidas.
  3. ¿Hay que sacrificar a la familia? No, hay que aprender a tener balance, a compensar, a trabajar en equipo, a darle su lugar y su momento a cada quien, definitivamente no es fácil, pero sí es necesario.
  4. Fidelidad, si algo he aprendido es a ser fiel, a no rajar ni a tirar la toalla, a seguir adelante aun cuando las cosas no salen como uno esperaba, a seguir adelante cuando el futuro no es claro, no se trata de como empiezas la carrera, se trata de como terminas. Muchas veces he querido renunciar, pero si algo tengo claro es que sé, que sé, que sé, que Dios me ha llamado y estoy decidido a ser un obrero fiel.
  5. No seas llanero solitario. No hay nada peor que intentar servir a Dios de tiempo completo sólo, una de las cosas que más me han servido en estos 7 años es servir a Dios con mis amigos. A veces hay momentos de crisis, stress, duda y hasta tentación donde siempre será bueno tener un amigo cerca, eso así… rodéate de buenos amigos, que te ayuden a crecer más, no de personas tóxicas que desanimen.
  6. Pies en la tierra. Un sinónimo de ministerio definitivamente sería gente, personas, ovejas… ¿quieres disfrutar el ministerio? No olvides mantenerte siempre en contacto con la gente, a final de cuenta todo se trata de que ellos conozcan y amen más a Jesús, empezamos a perder el piso cuando empezamos a perder el contacto con la gente; la rutina nos abruma y acaba cuando todo es trabajo, procesos, sistemas, reuniones, tareas, etc., pero cuando discipulamos a otros, nuestro corazón se llena de la energía y pasión necesaria para seguir adelante.
  7. Siete y la más importante: Ten un corazón inofendible. Sí, suena a cliché, cuida tu corazón, no almacenes ofensas, perdona, bla, bla, bla… pero es cierto, no conozco a nadie que haya servido a Dios con todo su corazón que no haya sido ofendido; pero tampoco conozco a nadie que haya servido toda su vida con un corazón que almacena las ofensas, es imposible. El riesgo de amar mucho es quedar tan expuesto que fácilmente puedes ser ofendido, lastimado o traicionado; pero es un riesgo que vale la pena correr siempre y cuando estés dispuesto a perdonar.

Si llegaste hasta aquí ¡felicidades! eres un gran lector 😉 y gracias por leerme, esto es tan sólo un poco de lo que he aprendido, claro que hay mucho más, sobretodo si hablamos de cosas técnicas del ministerio de niños, pero eso será tema para otro post o para una plática con un buen café, por cierto quiero pedirte dos cosas =)

UNO: cada que puedas, ora por mí y mi familia, pide que podamos servirle a Él con locura, pasión y trabajo duro durante los próximos 50 años que vienen

DOS: Déjame un comentario… =), una pregunta, una queja, lo que quieras,

Qué Dios te bendiga =P

¡Ya es hora!

Estamos casi a medio año y eso me recuerda todos los propósitos de año nuevo que hice y que seguro tú también hiciste ¡no te hagas!

No se tú, pero a mi me pasa continuamente que emprendo cosas y luego las descuido, por ejemplo, el año pasado corrí 1,500 kms durante carreras y entrenamientos, este año no llevo ni 100; este año me propuse tomar una foto diaria y escribir una historia en este blog cada día y me quedé como en el día 50; el año pasado hice dieta 8 meses y desde diciembre no la he retomado. =(

Y a propósito de descuidar cosas importantes mira el versículo con el que me encontré el otro día:

«Es hora de traer de regreso el arca de nuestro Dios, porque la descuidamos durante el reinado de Saúl.» 1 Crónicas 13:3

Como seres humanos creo que tenemos la tendencia de descuidar las cosas después de un tiempo… nuestra naturaleza pecaminosa nos inclina a descuidar nuestra relación con Dios.

Soy el primero en levantar la mano para declararme culpable, en medio de nuestras actividades puede tornarse difícil mantener nuestras disciplinas espirituales, pero… «es hora de traer el arca de nuestro Dios a nuestras vidas»

No se cuál es tu situación ni como te encuentres espiritualmente en este momento; pero si te sientes al 100% #aplausos, trata de mantenerte así porque nuestra naturaleza siempre nos querrá jalar al extremo del descuido.

Si has descuidado tu relación con Dios, no te condenes, ni te des de latigazos; termino dándote 5 pasos para que vuelvas al buen ritmo =D

  1. Arrepiéntete: Reconoce delante de Dios tu incapacidad de hacerlo solo y pídele perdón.
  2. Pide ayuda: Espíritu Santo es el único que puede ayudarnos a volver al juego,  pídele su guía.
  3. Empieza de cero: Vuelve a tus disciplinas espirituales, pero empieza poco a poco, será un camino cuesta arriba, agarra ritmo paso a pasito.
  4. Haz equipo: De ninguna manera lo intentes solo, pide a un amigo que te apoye en oración, que te pregunte cómo vas.
  5. Disfruta: Aunque parezca que vas lento, disfruta el recorrido y pon atención a lo que Dios vaya hablándote.

¡YA ES HORA!

*** ¿Cuál paso fue el que más te ayudó? Déjame un comentario 😉 ***